ESCUELA DE EDUCACIÓN MEDIA N° 74
MATERIA: EDUCACIÓN FÍSICA
AÑO: 2021
FECHA DE ENTREGA: 6 DE AGOSTO
TRABAJO
PRÁCTICO N° 7
Preguntas:
1- Explique qué es la velocidad. ¿De qué depende la rapidez en los
desplazamientos?
2- ¿Cuáles son los factores que condicionan la velocidad?
3- ¿Qué es la fuerza? Y de qué factores depende.
4- ¿Cuáles son los tipos de contracción muscular?
5- ¿Cuáles son clases de fuerzas que hay?
1. INTRODUCCIÓN.
La velocidad no es una
capacidad pura, sino que es bastante compleja e inherente al sistema
neuromuscular del ser humano, mediante el cual se realiza algún tipo de
desplazamiento de una parte o de todo el cuerpo en el menor tiempo posible. La
rapidez con la que se realiza dicho desplazamiento depende de:
·
La velocidad de contracción de los
músculos implicados en el movimiento.
·
La celeridad en la transmisión del
impulso nervioso.
·
Diversos factores físicos: amplitud de
zancada, estatura…
La mayoría de estos
aspectos dependen, en gran medida, de la herencia y son
escasamente modificables mediante el entrenamiento. Pese a ello, la velocidad
es una cualidad que se puede mejorar, aunque dentro de unos márgenes estrechos.
2. FACTORES QUE
CONDICIONAN LA VELOCIDAD.
Existen diversos
factores de los cuales depende la velocidad y podrían dividirse en dos grandes
grupos.
·
Factores fisiológicos. Desde el punto de
vista fisiológico dos serían los factores fundamentales que determinaría el
grado de velocidad:
o Factor muscular. Está directamente
relacionado con la velocidad de contracción del músculo, y queda determinado
por:
§ Los factores limitados
constitucionalmente y que son no susceptibles de mejora como:
§ La longitud de la
fibra muscular y su resistencia.
§ La viscosidad del músculo.
§ La estructura de la fibra muscular: en todos los músculos existen dos tipos de fibras musculares, las rojas o de tipo I, capaces de mantenerse activas durante largos periodos de tiempo, y las blancas o de tipo II, que son rápidas y sólo soportan esfuerzos cortos. La mayor cantidad de éstas últimas caracteriza a los sujetos veloces.
§ Los factores no
limitados constitucionalmente y que son susceptibles de mejora, como:
§ La tonicidad muscular.
§ La elongación del músculo.
§ La masa muscular: en
los últimos años se ha convertido en un factor clave y cada vez más se tiende,
en actividad físicas de velocidad máxima, a la persona potente, fuerte y
musculoso.
o Factor nervioso. Para que se realice
la contracción muscular, se necesita la participación del sistema nervioso para
transmitir el impulso desde los receptores periféricos al cerebro y la
respuesta de éste a las fibras musculares. La transmisión del impulso a través
del tejido muscular no es muy rápida y la velocidad viene determinada, sobre
todo, por el tipo de neuronas motoras que se inervan.
·
Factores físicos. Existen diversos
factores de tipo físico que pueden condicionar la velocidad, entre ellos
estarían:
o La amplitud de zancada:
influye en aquellas actividades con predominio de la velocidad de
desplazamiento y depende fundamentalmente del poder de impulsión o de detención
y de la longitud de las palancas (piernas).
o La frecuencia o la
velocidad de movimientos segmentarios: depende de la fuerza, de la flexibilidad
y de la correcta ejecución de la técnica.
o La relajación y la
coordinación neuromuscular: debe haber coordinación entre los músculos
agonistas y antagonistas para evitar los movimientos innecesarios.
o La estatura: la
estadística ha demostrado que los velocistas de 100 y 200 metros miden entre
1´65 y 1´90 metros, ya que el exceso de altura es un impedimento para
desarrollar la máxima velocidad.
o El peso: El exceso de
peso es negativo cuando se quiere lograr la máxima velocidad.
o La nutrición: las
personas que realizan esfuerzos explosivos tienen mayores dificultades para
eliminar grasas, ya que por las características de sus actividades no queman
casi esas reservas, y el principal gasto energético es el de los hidratos de
carbono. El glucógeno muscular juega un papel fundamental ya que estas personas
trabajan especialmente el aspecto anaeróbico.
o La edad. Evolución de
la velocidad con la edad:
§ Entre los 8 y los 12
años se produce una mejora paulatina de la velocidad de reacción, de
desplazamiento y gestual.
§ De los 13-14 a los 19
años se incrementa la velocidad de desplazamiento y se mantiene la velocidad de
reacción.
§ A partir de los 20
años la velocidad de reacción empieza a disminuir paulatinamente.
§ Entre los 20 y los
22-34 años la velocidad de desplazamiento se mantiene más o menos estable.
§ A partir de los 24-25
años se produce un descenso constante de la velocidad en sujetos no entrenados.
§ Hacia los 50 años la
pérdida de velocidad afecta a todas las personas y es progresiva.
La fuerza
La fuerza como capacidad física básica se
define como la capacidad de generar tensión intramuscular frente a una
resistencia, independientemente de que se genere o no movimiento.
El entrenamiento periódico y sistemático de la fuerza permite obtener
diversos adaptaciones como la hipertrofia (agrandamiento
muscular), aumento de consumo energético y la control/reducción de la
proporción masa muscular y grasa corporal, favorece el incremento del contenido
mineral del hueso y lo hace más fuerte y resistente, aumenta la fuerza de las
estructuras no contráctiles, como tendones y ligamentos, ayuda a prevenir malos
hábitos posturales, posibilita importantes adaptaciones neuromusculares, mejora
el rendimiento deportivo y es componente esencial de cualquier programa de
rehabilitación.
Tanto hombre como mujeres, en su desarrollo evolutivo,
parecen tener la capacidad para aumentar su fuerza durante la pubertad y la
adolescencia. Alcanza un nivel máximo entre los 20 y los 25 años, a partir de
aquí disminuye de manera considerable. De este modo, a los 25 años, una persona
pierde en torno al 1% de su fuerza máxima cada año, por lo que, a los 65 años,
una persona sólo tendrá el 60% de la fuerza que tenía a los 25 años, de manera
aproximada. Esto supone que, si no trabajamos nuestra fuerza de forma adecuada,
cuando tengamos 75 años de edad, nuestras piernas y brazos serán tan débiles
que nos costará, incluso, levantarnos del sillón o de la cama, lo que supone
que no podremos valernos por nosotros mismos. La pérdida de fuerza muscular
está relacionada con los niveles individuales de capacidad física y los hábitos
personales. Las personas más activas o aquéllas que siguen realizando un
entrenamiento de fuerza, tienen una tendencia menor a perder fuerza muscular.
Concepto de fuerza.
El concepto de fuerza, entendida como una cualidad
funcional del ser humano, se refiere a la “capacidad que nos permite
vencer una resistencia u oponerse a ella mediante contracciones musculares
“.
Nuestros músculos tienen la capacidad de contraerse generando
una tensión. Cuando esa tensión muscular se aplica contra una resistencia (una
masa), se ejerce una fuerza, y caben dos posibilidades: que la supere
(fuerza>resistencia) o que no puede vencerla (fuerza≤resistencia).
Al hablar de fuerza se emplea realmente una
terminología que proviene de la Física, que la define como el producto de una
masa por una aceleración.
F = m · a
Esto es importante para entender que, si se quiere
conseguir un aumento de la fuerza muscular, sólo caben dos formas de trabajar:
·
Aumentando
la masa o resistencia a vencer.
·
Aumentando
la aceleración de la masa realizando el movimiento a más velocidad.
Factores de los que depende la
fuerza muscular.
Dos son los tipos de factores que determinan la fuerza
de los músculos y el grado de tensión muscular que es capaz de realizar una
persona:
·
Factores
intrínsecos. Son los factores de origen interno.
Dentro de ellos se pueden diferenciar tres tipos:
o
Factores
neurofisiológicos. Son muchos los
factores de este tipo que influyen en la capacidad de contracción del músculo
y, en consecuencia, en el desarrollo de la fuerza. La sección transversal del
músculo, la disposición de las fibras musculares, la clase de fibra
predominante, la longitud del músculo, la cantidad de fibras utilizadas, la intensidad
y la frecuencia del estímulo… son algunos de ellos.
o
Factores
biomecánicos. Condicionan la
fuerza efectiva del músculo y están relacionados básicamente con el sistema
óseo de la persona. Los principales son la longitud de las palancas musculares,
el ángulo de tracción de la articulación y el momento de inercia de la carga.
o
Factores
emocionales. La fuerza muscular máxima que se
desarrolla de forma voluntaria es del 60-70% de la capacidad máxima real. Los
factores emocionales pueden elevar ese nivel de fuerza empleada al conseguir
movilizar fibras musculares que, normalmente no son estimuladas. Entre ellos se
encuentran la motivación, la atención, el miedo, la capacidad de sacrificio, la
concentración…
·
Factores
extrínsecos. La fuerza también depende de diversos
factores de tipo externo, entre los más importantes se encuentran la
temperatura, la alimentación, el entrenamiento, el clima, la edad y el sexo.
o
Evolución
de la fuerza con la edad.
§
La
fuerza se dobla entre los 11 y los 16 años.
§
A
los 16 años la fuerza llega a un 80-85% de su máximo.
§
La
fuerza máxima se alcanza entre los 20 y los 25 años, una vez que se ha
completado el desarrollo muscular.
§
A
partir de los 30 años, si no se trabaja específicamente esta cualidad, se
produce un declive lento pero progresivo.
§
Entre
los 50 y los 60 años se empieza a producir una paulatina atrofia de la masa
muscular.
o
Diferencias
de la fuerza en función del sexo.
§
Las
diferencias entre hombres y mujeres empiezan a apreciarse a partir de la
adolescencia, hacia los 14-14 años, momento en que los chicos desarrollan la
fuerza más rápidamente.
§
El
hombre tiene más fuerza que la mujer porque tiene mayor cantidad de tejido
muscular: 36-44% en el hombre frente al 25-29% en la mujer.
§
La
capacidad del hombre para el desarrollo de la musculatura es doble que para la
mujer.
§
Después
de los 30 años la fuerza disminuye por igual en hombres y mujeres.
Tipos de contracción muscular.
En función de la resistencia que se oponga a la fuerza
que se realiza, se pueden efectuar diferentes tipos de contracción
muscular, según haya o no movimiento de los músculos.
·
Contracción
isotónica. Se origina cuando el músculo se
contrae y provoca un cambio de longitud en sus fibras musculares. Esto
puede realizarse de dos formas:
o
Contracción
isotónica concéntrica.
Se produce cuando disminuye la longitud del músculo y éste se acorta, por
ejemplo, cuando se realiza una flexión del brazo con una mancuerna en el bíceps
braquial.
o
Contracción
isotónica excéntrica.
Se produce cuando aumenta la longitud del músculo y éste se alarga, por
ejemplo, cuando se golpea un balón de fútbol con el pie en bíceps femoral.
·
Contracción
isométrica. Se produce cuando la fuerza ejercida
no puede vencer la resistencia y la longitud del músculo no sufre variación. Es
una fuerza estática realizada contra una resistencia inamovible, como, por
ejemplo, cuando se empuja una pared.
·
Contracción
auxotónica. En este caso, se produce
simultáneamente una contracción isotónica y una contracción isométrica. Al
inicio del movimiento destaca la parte isotónica y, al final, se acentúa la
parte isométrica, como sucede, por ejemplo, cuando se estira un extensor.
·
Contracción
isocinética. Se produce cuando la fuerza se realiza
a una velocidad constante, lo que obliga al músculo a trabajar con la misma
intensidad a lo largo de todo el recorrido, como, por ejemplo, cuando se rema. Sólo
puede trabajarse con máquinas específicas.
Clases de fuerza.
Para diferenciar las distintas clases de fuerza hay
que tener en cuenta las formas de manifestarse de la misma. Desde el punto de
vista del entrenamiento, se pueden distinguir tres tipos:
·
Fuerza
máxima. Es la capacidad del músculo de
desarrollar la máxima tensión posible, para ello, se movilizan grandes cargas
sin importar la aceleración, como, por ejemplo, en la halterofilia. La
velocidad del movimiento es mínima y las repeticiones que se realizan son
pocas.
·
Fuerza
velocidad. También llamada fuerza explosiva, es
la capacidad que tienen los músculos de dar a una carga la máxima aceleración
posible. La velocidad del movimiento tiende a ser máxima. Este tipo de fuerza
determina el rendimiento en actividades que requieren una velocidad explosiva
en sus movimientos: voleibol al saltar y rematar, balonmano al lanzar a
portería, atletismo al esprintar, fútbol al golpear un balón…
·
Fuerza-resistencia. Es la capacidad muscular para soportar la fatiga
provocada por un esfuerzo prolongado en el que se realizan muchas contracciones
musculares repetidas. En este caso, como ni la carga ni la aceleración son
máximas, la velocidad de ejecución no es muy grande y se puede hacer un alto
número de repeticiones. Es el tipo de fuerza necesaria para actividades que
requieran un largo y continuado esfuerzo: carreras largas, remo, natación,
esquí de fondo…


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